La cocina es probablemente la estancia de la casa en la que más tiempo pasamos, especialmente si también la usamos como comedor. Además, si lo analizamos en detalle, veremos que es el lugar ideal para comenzar a fomentar la autonomía de los niños, ya que es aquí donde comienza gran parte de la vida práctica
Y es que en la cocina no solo se prepara el menú de la familia, sino que se llevan a cabo varias tareas domésticas como poner y quitar la mesa, lavar los platos, colocar los utensilios en diferentes armarios o cajones, o barrer el suelo.
Pero para que los niños puedan colaborar proactivamente en la cocina es fundamental adaptarla a sus necesidades, así como dejarles libertad para que puedan ayudarnos.
Si quieres fomentar la autonomía de tus hijos en la cocina, estas son todas las actividades que podrían realizar atendiendo a su edad y habilidades.
A partir de los 12-18 meses
En el momento en que el niño comienza a caminar con cierta soltura y equilibrio, ya podemos comenzar a involucrarle en las tareas domésticas, siempre atendiendo a sus habilidades y ritmos.
Colaborar en casa no solo potenciará su desarrollo motor grueso y fino, sino que le permitirá ir adquiriendo ciertas destrezas, al tiempo que fomenta su autonomía, confianza y sentido de pertenencia.
Algunas de las tareas en la cocina que podrían empezar a hacer los niños a partir de esta edad son:
- Poner en la mesa su plato y su vaso, y retirarlo una vez haya terminado de comer. Para ello es importante que el niño tenga un acceso fácil, cómodo y directo a su vajilla (se recomienda guardar sus artículos en un mueble a su alcance), que sus platos y vasos sean ligeros y estén fabricados con materiales irrompibles, y que la mesa esté a su altura.
- Tirar cosas a la basura, como envases vacíos, cáscaras de frutas, servilletas de papel, artículos desechables…
- Limpiar la encimera o la mesa con una bayeta: evidentemente no va a quedar perfecta, pero se trata de un ejercicio excelente para favorecer el desarrollo óculo-manual y la psicomotricidad fina.
- Darnos aquellos ingredientes o utensilios de cocina que le pidamos: siempre que no suponga ningún riesgo para el niño, podemos comenzar a involucrarle en la preparación de platos muy sencillos (por ejemplo, tostadas, sándwiches, macedonias, ensaladas…) pidiéndole ayuda para reunir los ingredientes y artículos que vamos a necesitar.
Con esta simple tarea el niño estará ampliando su vocabulario e impulsando su desarrollo lingüístico, fomentando sus sentidos (pues manipulan alimentos de diferentes texturas, tamaños, olores…) y trabajando conceptos importantes como la clasificación.
A partir de los tres años
El comienzo de la etapa preescolar marca un hito muy importante en el desarrollo y la autonomía del niño, así como en su lenguaje. Los padres debemos seguir potenciando su aprendizaje permitiendo que nos ayuden en todo lo que quieran, así como transformando sus despistes y errores en una maravillosa forma de seguir aprendiendo y adquiriendo nuevas destrezas.
Por otro lado, debemos saber que a partir de los dos o tres años el niño comienza a desarrollar sus preferencias alimentarias, por lo que muchos atraviesan por una fase de rechazo a ciertos alimentos. Involucrarlos en tareas como hacer la compra en el supermercado, clasificar ingredientes o cocinar puede ayudar a superar este delicado periodo.
A continuación te detallamos algunas de las tareas que los niños pueden comenzar a realizar en la cocina a partir de los tres años:
- Ayudarnos a poner la mesa para toda la familia: si desde el principio han contribuido a poner su plato y su vaso, seguro que ya están preparados para poner la mesa para el resto de la familia.
Es importante que las instrucciones que demos al niño sean claras, específicas y cortas. Es decir, cambiaremos el «vamos a poner la mesa» (un concepto demasiado amplio y confuso para un niño de tres años) por «vamos a poner el plato y el vaso de mamá, papá y el tuyo; a continuación pondremos tres tenedores; también tenemos que poner la barra de pan y la jarra de agua para beber…»
- Barrer el suelo con ayuda de un cepillo pequeño y un recogedor: hemos de tener paciencia, pues se trata de un ejercicio complicado pero excelente para fomentar su psicomotricidad y coordinación.
- Reciclar: aunque debemos inculcar a los niños la importancia de reciclar y cuidar nuestro planeta, es probable que no sea hasta los tres o cuatro años cuando logren separar con éxito la basura y arrojar cada desperdicio al cubo correspondiente.
- A partir de esta edad los niños ya están listos para participar activamente en la preparación de platos y menús familiares, una tarea que les encantará especialmente y con la que aprenderán importantes habilidades.
Empezaremos encargándoles tareas sencillas como exprimir cítricos con ayuda, lavar frutas y verduras, cascar huevos, amasar, batir con ayuda, aliñar una ensalada con aceite y vinagre, untar moldes de repostería con un poquito de mantequilla y harina, machacar con un tenedor frutas o verduras cocidas…
- También es momento de comenzar a enseñarles a pelar y trocear las frutas y verduras. Al principio le enseñaremos a hacerlo con las manos, eligiendo aquellos vegetales fáciles de pelar o cortar, como mandarinas, plátanos, patatas o tomates cocidos cuya piel se retira fácilmente, hojas de lechuga que pueden partir en trozos con la mano…
Cuando ya dominen esta técnica podremos ofrecerles cuchillos seguros para niños, pero no de plástico.
A partir de los seis años
A partir de los seis años los niños experimentan un importante avance en el desarrollo de su sistema motor grueso y fino, siendo capaces de llevar a cabo tareas más precisas y que requieran de mayor coordinación.
Comienzan a adquirir también destrezas relacionadas con la lectoescritura y la lógica-matemática, y a entender conceptos cada vez más complejos. El aprendizaje por descubrimiento y experimentación es clave, y en la cocina podemos tienen una maravillosa oportunidad de seguir desarrollándose.
Las tareas que los niños ya pueden hacer con facilidad a partir de esta edad son:
- Poner la mesa al completo para toda la familia, cuidando detalles relacionados con su presentación.
- Fregar los platos, secarlos y guardarlos, así como poner el lavavajillas (habiendo colocado previamente todos los artículos en sus correspondientes compartimentos) y vaciarlo una vez haya terminado.
- Utilizar electrodomésticos sencillos, bajo supervisión, como microondas, exprimidores o robot de cocina, e irse familiarizando con el funcionamiento de otros más complejos como el horno o la vitrocerámica.
- Son varias las recetas que los niños pueden comenzar a preparar desde temprana edad, siempre bajo supervisión. También pueden ayudarnos a preparar platos más complejos realizando tareas que requieran de precisión, como medir o pesar ingredientes, mezclaros y amasarlos en diferentes etapas, cortarlos, emplatar…