La resistencia a la insulina es un término que se usa con frecuencia en personas diabéticas o en las personas que tienen niveles de glucosa fuera del rango normal.
Para entender lo que el término «resistencia a la insulina se refiere» se debe entender cómo trabaja el organismo para mantener el rango de glucosa de manera ideal.
Cuando se consumen alimentos, los niveles de glucosa en la sangre aumentan y los nutrientes son absorbidos por el intestino. La insulina es la hormona que se encarga de que la glucosa sea aprovechada por los órganos y tejidos del cuerpo.
Cuando no llevamos una dieta adecuada, no realizamos actividad física o tenemos alguna enfermedad o riesgo genético, entonces los niveles de glucosa en sangre se mantienen altos y nuestro cuerpo responde produciendo más insulina para tratar de “aprovechar” esa glucosa, es decir nuestro páncreas se ve forzado a trabajar de más. A esto se le llama “resistencia a la insulina”.
En una situación normal una molécula de insulina actúa para que una molécula de glucosa se aproveche, pero cuando hay resistencia, por cada 2 moléculas de insulina y 2 moléculas de glucosa sólo una de glucosa se aprovecha (si el problema es crónico solo una molécula de glucosa se usa por cada 3, 4, 5 o más).
La resistencia causa que el páncreas trabaje de más constantemente y si la situación no se resuelve puede desencadenar en diabetes.