El sérum facial es uno de los productos esenciales en la rutina de belleza de muchas mujeres. Sin embargo, la gran variedad de productos genera algunas dudas sobre sus beneficios reales, así como su aplicación. Te contamos todos los secretos de este cosmético para que puedas sacarle el máximo partido.
El sérum facial no es un producto nuevo, pero para algunas mujeres sigue siendo un desconocido. La característica principal de los sueros es su alta concentración en principios activos y su baja densidad, lo que facilita, por una parte, su eficacia y, por otra parte, su penetración. En el mercado existen un montón de sérums, pero no todos cumplen la misma función.
¿PARA QUÉ SIRVE EL SÉRUM FACIAL?
Desde los laboratorios Kosei señalan que «tendemos a pensar que el sérum facial es un producto que únicamente se emplea con el fin de prevenir posibles arrugas o líneas de expresión en el rostro. Sin embargo, lo cierto es que el sérum tiene otros muchos beneficios y, de hecho, hay cantidad de sérums distintos y cada cual tiene una finalidad».
Podemos encontrar sérums antioxidantes, que protegen la piel del envejecimiento prematuro que provocan los radicales libros, sérums antiarrugas, que combaten las arrugas y líneas de expresión, sérums reafirmantes, que mejoran la pérdida de firmeza, sérums despigmentantes, que ayudan a eliminar las manchas e igualar el tono de piel, sérums hidratantes, que mejoran la hidratación, sérums exfoliantes con alfahidroxiácidos, que mejoran imperfecciones de la piel, sérums anti acné, que regulan la producción de sebo…
Un sérum es un cosmético que va a mejorar la calidad de la piel, al prevenir y combatir diversos problemas, según el producto que se elija.
¿CÓMO APLICAR CORRECTAMENTE EL SÉRUM FACIAL?
El sérum se aplica sobre la piel limpia y seca, como primer paso de la rutina, ya sea por la mañana, o por la noche. En ocasiones el sérum puede llegar a ser suficiente, por ejemplo, en una piel grasa. De hecho, una de las rutinas más aconsejadas por dermatólogos y farmacéuticos para el cuidado de la piel es aplicar un sérum antioxidante, por las mañanas, después de la limpieza, y antes de la protección solar. Pero en líneas generales, el sérum se aplica antes de la crema.
Los sérums presentan texturas muy ligeras que se absorben enseguida. En ocasiones hasta puede ser necesario aplicar dos tipos de sérums diferentes. Siempre se aplicará primero el que trate la principal preocupación, o el que presente la textura más ligera.
No hace falta coger una gran cantidad de producto, porque al ser cosméticos con gran concentración de activos, solo serán necesarias 4-5 gotas para todo el rostro. Con las yemas de los dedos extenderemos mediante movimientos suaves por el rostro, le cuello y el escote. Sellaremos el sérum, antes de aplicar el siguiente producto de nuestra rutina de belleza, presionando de forma suave con las palmas de las manos.
